El aplicador de cartón sin relieve de fácil deslizamiento Natracare ayuda a la introducción del tampón. El material utilizado para fabricar este tubo aplicador biodegradable no contiene nada de cloro. El relleno de algodón orgánico del tampón con aplicador Natracare está diseñado para expandirse a lo largo, alargándose a medida que el flujo menstrual se absorbe poco a poco. El cordón de retirada de algodón orgánico te permite retirar fácilmente el tampón después de su uso.
Los tubos aplicadores de muchas marcas suelen estar hechos de plástico. Uno de los grupos químicos que se encuentran en el plástico son los ftalatos, que se pueden absorber a través de la piel. La eliminación de estos productos plásticos contribuye a la contaminación marina global.
Muchas mujeres no saben que el rayón y las mezclas de rayón-algodón se utilizan ampliamente en la fabricación de tampones. El rayón se blanquea comúnmente con cloro y es una fibra altamente absorbente que absorbe rápidamente el flujo menstrual pero, al mismo tiempo, puede secar también el revestimiento mucoso protector natural de la vagina.
Estamos convencidos de que las mujeres no deben exponerse al contacto de residuos pesticidas, a químicos ftalatos, a colorantes azoicos ni a dioxinas, especialmente en una zona tan sensible y absorbente del cuerpo. Empleando algodón 100% orgánico y nada más, sabrás exactamente qué estás introduciendo en tu cuerpo.
El Síndrome del Shock Tóxico (SST) es una enfermedad poco frecuente pero mortal causada por un tipo de bacteria que puede producir toxinas en el cuerpo. Los síntomas del SST aparecen rápidamente y a menudo son graves. Los resultados de un estudio publicado en ‘The Journal of Infectious Diseases in Obstetrics and Gynaecology’ sugieren que el uso de tampones 100% de algodón puede reducir el riesgo de sufrir el Síndrome del Shock Tóxico en comparación con los tampones que contienen rayón. El estudio se efectuó con 20 variedades de tampones, incluyendo los tampones Natracare 100% de algodón y concluyó que los tampones 100% de algodón no producían la peligrosa toxina SST de la bacteria Staphylococcus aureus, mientras que otros tampones sí lo hacían.