El sésamo es rico en ácidos grasos insaturados (Omega 6 y 9 principalmente), con beneficios para la salud cardiovascular y la hidratación de la piel. Entre los componentes grasos de las semillas de sésamo se encuentra la lecitina, que facilita la digestión de las grasas, ayuda a mantener los niveles de colesterol saludables y evita la acumulación de grasas en el hígado, y fitosteroles, que reducen la absorción del colesterol de los alimentos.
Es una fuente importante de Calcio, tanto en cantidad como en facilidad de asimilación por el organismo, muy recomendable para dietas que no incluyen productos lácteos. Contiene también hierro, zinc, vitamina E, y vitaminas del complejo B (B1 y B2).
Es también una fuente de fibra, que favorece el tránsito intestinal y ayuda a saciar el apetito Una propiedad muy valorada del sésamo es su actividad antioxidante, debida principalmente a su contenido en lignanos.